"Por fin estoy feliz"






Acerca de una chica

Desde hace años, Evanescence parecía desvanecerse sin dejar rastro. Después de pasar un tiempo aprendiendo a tocar el harpa y escogiendo cortinas, Amy Lee está de vuelta, y se ha empezado a gustar a sí misma. 

“Créeme, no es gracioso” dice Amy Lee acerca de nuestra entrevista hasta ahora: “¡Es terrible!” sigue ella:“¡Estoy a punto de romperla para que hagas una nueva!” Este no era precisamente el encuentro que Kerrang! estaba buscando inmediatamente después de haber ingresado a la entrevista, sin haber siquiera tenido la oportunidad de haber saludado apropiadamente aún. Amy está sentada en el lado contrario del de K!, en una oficina de vidrio descabelladamente limpia, ubicada en el cuartel general de su centro de grabación “M15-like” en el lado oeste de Londres. No hace contacto visual y suena irritada. Pareciera que la entrevista terminó sin siquiera haber empezado. “Disculpen todos, pero resulta que al parecer después de todo no estamos entendiendo el triunfante regreso en la historia de Evanescence”; luego estalla en risas, dice que sólo está bromeando y de repente pareciera ser una persona diferente. Amy está de muy buen humor el día de hoy. No está usando esa alarmante y tormentosa expresión que es sinónimo de los videos de Evanescence, ni usa esos corset victorianos o da saltos como bailarina gótica. En vez de eso usa una sonrisa, exuda intimidantes niveles de confianza y está vestida con un tipo de traje que esperarías que hubiese sido arrancado de una sofisticada revista de moda. El hecho de que haya logrado salir airosa con esta apariencia, después de la noche que recién había tenido, es un milagro menor.

“Estuve levantada pensando cosas muy profundas hasta las 5.30 de la mañana” dijo mientras tomaba sorbos de té negro.



¿En qué estuviste pensando?

“Me quedé imaginando cosas y pensando en mi familia y mis abuelos” dijo suavemente: “Pensaba en cuánto voy a extrañarlos cuando ellos se vayan. Simplemente pensé en todo; pasé unas buenas cuatro o cinco horas sólo procesando”

Un trabajo mental tan riguroso como ese no fue probablemente la mejor manera de recobrarse de un vuelo transatlántico, o de prepararse para un ciclón de Tour de prensa europea, pero ella dice que se siente muy bien de haberlo hecho. Sin embargo, esta mañana ella está procesando algo más, algo muy emocionante. Después de una ausencia de cuatro años, finalmente Evanescence está de vuelta con su tan esperado tercer álbum autotitulado. En caso que lo hayas olvidado, eso significa que una de las bandas de rock mejor vendidas de la década pasada, ahora está oficialmente de vuelta al negocio.

Desde que brotaron de la nada (Aka, Arkansas) en el 2003 con su mega-single Bring me to Life,Evanescence se convirtió de la noche a la mañana en una de las bandas de rock más grandes en la faz del planeta. A pesar que los críticos musicales los desestimaron prematuramente llamándolos “Linking Park con una vocalista mujer”, eso no impidió que su álbum debut del 2003 Fallen, vendiera 15 millones de copias. De hecho el debut de Evanescence se vendió mejor que todos los otros álbumes que se lanzaron ese año. Su segundo álbum del 2006 The Open Door también vendió millones. Luego a fines del 2007 cuando terminaba el tour, Evanescence simplemente… desapareció.

Entonces, ¿Dónde han estado? Y quizás más importante, ¿Qué están planeando ahora? Amy está sola en esta entrevista ya que los guitarristas Terry Balsamo y Troy McLawhorn, el bajista Tim McCord y el baterista Will Hunt, están afuera cumpliendo deberes con la prensa; pero ella tiene las respuestas, y Evanescence tiene una nueva oportunidad de conquistar al mundo otra vez.

Hay una canción en el nuevo álbum llamada Lost in Paradise que está llena de recuerdos de sus melodías de primera necesidad guiadas con un piano, como My Immortal y Good Enough. Amy canta las palabras: “I have nothing left” antes de entregar la embrujante última línea: “We’ve been falling for all this time, and now I’m lost in paradise, alone and lost in paradise”. Nos toma por sorpresa escuchar que esta canción describe.



La posición en que se encontró Amy Lee desde fines del 2007 en adelante. Después de todo, The Open Door marcó un triunfante nuevo comienzo después de unos pocos pero turbulentos años. Mientras la banda había alcanzado todos sus sueños más salvajes con Fallen, también habían soportado un montón de estupideces. En el 2003 el fundador de la banda y co-escritor Ben Moody, renunció a mitad de un tour, y le siguieron el baterista Rocky Gray, el guitarrista Jhon LeComp y el bajista William Boyd. Como si volverse la única miembro original de la banda no fuese lo suficientemente malo, Amy se vio envuelta en un altercado legal con su ex-manager Dennis Rider y se involucró en una dolorosa y pública riña de término de relación amorosa con el vocalista de Seether, Shaun Morgan. De alguna forma, fuera de esa basura, emergió The Open Door como una oferta artística mucho más sofisticada e íntima, vendiendo más de cinco millones de copias y volviendo a callar a los críticos de Evanescence y a los ex-miembros de la banda. Después de probar que su banda seguía floreciendo, Amy encontró su felicidad personal también, al casarse con quien una vez había sido su psicólogo, Josh Hartzler. Por fin todo parecía estar saliendo bien otra vez para Amy y Evanescence.

Tan bien, que de hecho en el artículo de la portada de Kerrang!, justo antes del lanzamiento de The Open Door, nuestro periodista Ian Winwood le hizo a Amy una pregunta, o mejor dicho, le puso un desafío:

“Tu afirmas que ahora eres feliz” dijo él: “¿Leeremos una entrevista en unos dos años más donde digas que entonces sí eres feliz, y que el 2006 fue un período horrible para ti?”

“No” contesta Amy,

“¿Lo prometes?”

“Lo prometo”, dijo ella: “y he aquí el por qué puedo prometerlo: porque ahora soy feliz. Finalmente puedo decir que después de tanto tiempo intentándolo, por fin he encontrado la felicidad. Este es un período genial para mí, y es un período genial para nosotros”
Justo alrededor de un año después, Evanescence se desvaneció.

¿Había mentido ella acerca de su felicidad? Nop.

“Cuando estaba finalizando el tour, sólo quería anidar, estar casada y ser normal, sin que mi vida girara alrededor de mi misma y de Evanescence.” Explica ella con un suave suspiro. “Mi vida entera se había centrado en ser ´la chica de Evanescence´ y acarreaba eso desde la preparatoria”.

Ella dice que era muy feliz, y quería ser feliz de tiempo completo. Era tiempo de tomarse un buen descanso.

“Tuve una conversación con el resto de la banda”
recalca ella: “Ellos lo sabían. Habíamos estado hablando de ello seis meses antes que terminara el 2007. Era un caso de ´cuando ésto se haga, sólo quiero que hagamos nuestras propias cosas por un tiempo. Posiblemente para siempre´”.

Y así, el pulso del corazón de Evanescence se congeló. Amy Lee cruzó su propia puerta abierta como “The Open Door” y luego la cerró firmemente a sus espaldas.

Puede que Evanescence haya estado en el limbo, pero no Amy Lee. Con la banda en equilibrio tuvo finalmente la oportunidad de re-descubrir quién era ella fuera de este fenómeno de ventas multi-millonarias de la banda, y descubrir lo que realmente quería. Desde que estaba en la preparatoria, su vida entera se basaba en Evanescence, lo cual significaba que ella ya no era sólo la común Amy Lee; ella le pertenecía a su banda, a su administración, a su marca y a los millones de fans de Evanescence alrededor de todo el mundo.

“¡Estoy a punto de romperla para que hagas una nueva!”

“No diría que estaba depresiva, pero tuve que desenchufarme” dice ella acerca de lo que pasaba en su mente: “Tenía que alejarme de Evanescence en gran manera, como si nunca fuera a volver. Eso fue muy bueno para mi cabeza porque necesitaba sentir que no me definía completamente por la banda. Es una parte genial de mí, pero no lo es todo. Toda tu vida consumida por un proyecto es una gran responsabilidad”

¿Qué hizo? Se fue a Nueva York y se quedó ahí.

“Obviamente no tenía que conseguir un trabajo de tiempo completo” sonríe: “compré una casa, la decoré, hice las cortinas, conseguí dos gatos, di un concierto de harpa y salí con mis amigos y mi familia.”

Sí, es cierto; aparte del concierto de arpa Amy probablemente no ha estado viviendo muy lejos de nuestros propios años pasados. Fue un noble y necesario intento por re-heredar su propia identidad una vez que la fama y sus quejas públicas habían empezado a nublar sus contornos. Pero si hay una cosa que nos queda más que claro al hablar con Amy Lee es que ella es un artista que ama la música, ama hacerla y ama hablar de ella. Por eso es fácil entender por qué su intento de ser “normal” fracasó. Porque Amy Lee no es normal. Quizás haya querido serlo, más adelante en la entrevista ella insiste en que es sólo una personas normal, pero no lo es. Para nada. Ella es una artista en una banda de Rock que vende millones, y necesitaba volver a hacer música. Y en privado, eso fue exactamente lo que hizo, con lo que describe afectuosamente como “mitad solista y mitad rareza de Evanescence”. Aunque amaba estas canciones inspiradas en electrónica, había un problema.

“Al principio era muy importante para mi alejarme de ser esa misma cosa una y otra vez, pero en algún punto encontré que no estaba completo” dice ella: “Como que había dos mitades y yo tenía que escoger si seguía haciendo lo mío o volvía a grabar con Evanescence”

Luego vino la revelación.

“Me di cuenta que Evanescence era quien soy en realidad, no había nada de qué escapar”

Y simplemente así, por primera vez en años, sonó un cálido latido del corazón en el cuerpo congelado de Evanescence.

Evanescence, es decir: Amy, Terry, Troy, Tim y Will; se fueron secreta y rápidamente a Nashville, Tennesse, en abril de este año, donde comenzaron a grabar su nuevo álbum. Viviendo juntos en apartamentos con dormitorios al estilo universitario, partieron desde donde habían quedado y empezaron a lanzar canciones que golpean fuerte con el súper productor Nick Raskulinecz (Foo Fighters, Alice in Chains, Trivium). Ya en la segunda semana de Julio, estaban listos. Combinando la instantaneidad hímnica de Fallen con la delicadeza artística de The Open Door es una reintroducción al mundo lograda inmensamente. Hablando de reintroducciones, Amy insiste en que es una coincidencia que una frase del single What You Want diga: ´hello, hello, remember me?´ como preguntando ¿Alguien se acuerda de mi?; ese “mi” de hecho tiene el propósito de representar el “caos”. Es una canción que ella describe como “tan desfachatada” que la hace romperse en pedazos.

En calma, cuando consideras que ella ha pasado la mayor parte de la carrera de Evanescence diseccionando corazones destruidos, vale la pena preguntarse si ¿Su nuevo estilo de vida feliz, marital y en la banda, acaso no ha descarrilado su creatividad?

“No” dice ella confiadamente aguzando su mirada, “Escuchar una de las grabaciones es como leer mi diario. La gente cree que lo que ve por fuera es la historia completa, ¡pero ni siquiera se acerca! Estoy felizmente casada, pero eso no significa que no sea un ser humano normal pasando por una vida con todo tipo de cosas personales”

Ciertamente, no todo es lo que parece en el álbum. Mientras podrías esperar que un vertiginoso tema como “My Heart is Broken” – canción acechando en el nuevo álbum que podría fácilmente competir con los mejores singles – fuera acerca de angustia amorosa, no lo es.

“Un buen amigo dirige una organización en Nueva York que rescata víctimas de trata de blancas” aclara Amy. “Mis esposo y yo nos involucramos y quedamos muy conmovidos y horrorizados. Mientras escribía esa canción, me ponía a mi misma en ese lugar, ¿Cómo sería estar atrapada, amenazada, sola; incapaz de decirle a nadie lo que estaba pasando por miedo a lo que sucediera después?” La seriedad de este tema se refleja en cualquier otra parte.

Por ejemplo, Amy escribió Never Go Back mientras veía horrorizada junto con el resto del mundo, cómo el terremoto y tsunami arrasaban con Japón en marzo. Es parte de una trilogía de temas basados en el océano, que cierra la edición estándar del álbum. La canción final, Swimming Home ofrece otro ejemplo de lírica más oscura.

“Es el adiós” dice ella, “es en parte acerca de la aceptación de la muerte. Amo esa canción porque no es de enojo, pero tampoco de una felicidad perfecta. Es triste, pero acepta las cosas complicadas de la vida; como alguien dejando este mundo y sintiendo la paz de cruzar al otro lado”.

Dijiste que anoche estuviste pensando en la muerte, ¿Piensas mucho en eso?

“He estado llena de pérdidas en mi vida” dice Amy, “Gran parte de mi niñez fueron las pérdidas y el entendimiento de la muerte, y pienso que así es como lo expreso de una manera hermosa. Es parte de la vida, y está bien”

¿Entonces el ser feliz no afectó tu parte sería al estar con la banda?

“Soy una artista, por lo tanto estoy súper centrada en mis sentimientos”



“Tuve que alejarme de Evanescence…”

“Cuando escribo canciones es cuando puedo liberar lo que necesito sacar de mi pecho. Canciones como My Heart is Broken son parte de lo que me ayudo a ser una persona feliz, porque soy capaz de tener esa catarsis liberadora. Ella concluye con una frase que bien podría servir como el lema de la banda Evanescence: Puedes obtener algo hermoso, de algo que era difícil”.

No hay duda que el mundo ha cambiado desde la última vez que Evanescence vendió millones de discos. En ese entonces, Twitter no era una forma de vida, Paramore estaba tocando en academias y Lady Gaga sólo tocaba para sí misma es su dormitorio. A principios de este año, el álbum Gold Cobra de Limp Bizkitprobó que millones de ventas antes, no significan millones de ventas en el presente. Sea o no así, ¿El nuevo álbum de Evanescence encajará en este nuevo mundo? Amy está muy confiada y admirablemente determinada para probar que ese es precisamente el caso.

“Es difícil siquiera suponer, por como están las cosas ahora, cómo serán las ventas del disco; pero en verdad creo que este álbum tiene el potencial de llegar a muchas personas, realmente lo creo” sonríe, “Soy una gran fan de Portishead. Ellos tienen 10 años entre discos y aún tienen fans, así que ¡no hay nadie mejor que ellos que me diga ni una mierda! Estábamos en el limbo cuando su álbum de lanzó, y me di cuenta que no hay fecha de vencimiento para hacer algo genial, simplemente tienes que escribir música que ames.”

Y mientras la resurrección de Evanescence es un gran objetivo para la cantante, hay también otro objetivo incrustado en ello.

“Siempre quiero intentar presentar una imagen más completa de mi misma” dice ella, “Por lo general termino sintiendo como que la gente sigue sin conocerme. Probablemente es imposible, pero me encantaría algún día sentir más comprensión en un conocimiento de mi personalidad en todo sentido. Una comprensión que no sea sólo de una u otra manera.”

Esa fue la única vez en la entrevista que la voz de Amy sonó algo menos vestida con armadura de plata, en plena confianza. Volviendo a pensar en el comienzo de la conversación, cuando Amy dijo que estaba a punto de “romper la entrevista para que hagas una nueva”, mientras se empezaba a reír, agregó otra pequeña frase: “Espera, soy completamente de otra manera” Al parecer fue como admitir que el ser la vocalista de Evanescence, a menudo ha venido a expensas de ser mal-interpretada, mal-representada y herida. Es difícil, como alguien que nunca la había visto hasta el día de hoy, alinear a esa confiable, honesta y amigable persona sentada en una estéril oficina de vidrio; con la que se describe en su primera portada en Kerrang! En el 2003 como reservada y cambiante. Alguien con quién no te querrías encontrar cuando está enojada.

Pero ¿cómo se siente al tratar de alinear quién era, con quien es ahora?

“Mezclada” dice ella, “No he leído eso en años, pero sí recuerdo nuestra primera portada en Kerrang! Era muy insegura, sólo tenía 21 años, recién había dejado la preparatoria, había hecho un semestre en la universidad y me metí en el asunto de las grabaciones. Bam! Bam! Bam! Fue todo tan rápido, estaba muy feliz por lo que estaba pasando con nuestra carrera, pero había mucha confusión interna. Había mucho que proteger en ese tiempo. En nuestros primeros días yo era más de sólo un lado, un poco más de sólo un carácter. Era yo, pero con una versión algo exagerada de mi lado oscuro”. En realidad soy sólo una chica como tu vecina, quiero hablar de ti, tanto como quiero hablar de mi”.
No soy tan interesante.

“Bueno, ¡yo tampoco!” se ríe, “Cada vez quiero retratar más y más mi yo entero, más que sólo una parte. Hago música y a la gente le gusta, además de eso, estamos exactamente en el mismo nivel. Creo que es muy importante para mi sanidad mental el recordar eso”.

Y así es como Amy resuelve la idea del cambio fundamental en el corazón de Evanescence alrededor del 2011, hacia el que ha estado trabajando desde el día 1, el mismo que no solamente ha revivido su banda después de años a la deriva, sino que también busca posicionarlos en un futuro aún más brillante. Es una frase muy simple, pero muy reveladora a la vez:

“Me gusto a mi misma” dice con una sonrisa extendida a lo largo de su rostro, “finalmente me siento bien conmigo”.


Fuente:EvColombia